Naufragio
Palos en la Rueda

Fui vencedor, fui derrotado, reflexioné cada verso,
y estuve disperso.
Caminé ayer y no tuve qué hacer. Anduve por la cornisa,
hecha toda de tiza.
Fui espadachín, el mago Merlín, el minotauro, el laberinto,
sangre y vino tinto.
Coronador, casi un escritor, fui la acción de los impulsos.
Soy todo mi pulso.
Y a pesar de lo que fui, pese a todo lo que soy
no sé arribar al puerto (me hundo en el camino).
Y el naufragio me tendrá en vilo el sobrevivir
y dejaré que mi alma sueñe tu rescate.
Yo fui la misión, la salvación, fui la tinta derramada,
la baba en la almohada.
La relación entre la pasión y la angustia es muy estrecha.
Fui la maldita flecha.
Soy la risa, la ceniza de la que renace el arte,
soy fuego en un instante.
Soy el metal, el material, del que se hace tu armadura.
Prometo ser la cura.
Y a pesar de lo que soy, yo sé lo que quiero ser:
la ruta que haga el nexo entre nuestros lugares.
Este mundo es irreal, y el camino no se ve.
Pero no habrá neblina que nuble nuestra piel.