El Regreso
José Luis Perales

Recuerdo esa mañana que cansado de Madrid
tomaba las de Villadiego y desaparecí
tomé la nacional numero tres y luego
me repetí mil veces que no volvería más.
Cambié mi apartamento por un nido utópico y típico
colgado de una piedra sobre el río y frente al cielo
vi desnudarse al Chopo tantas veces impúdico, bucólico
y oí gritar al ciervo en la berrea y tuve un perro
y un mar de piedra y un sol de invierno.
Pero no hay dicha que cien años dure y aquí estoy
haciendo un guiño a las Cibeles por si me olvidó
por Goya, malasaña y lavapies me pierdo
pero alguien dice que desde Madrid se llega al cielo.
Cambié de nuevo el nido por la casa geométrica y acrílica
con vistas a un vecino por el norte, al sur la calle
por donde pasa un gato callejero famélico y abúlico
y como fondo un grito de sirenas y arriba el cielo
y en el oeste un multicentro.
Y hoy recuerdo una mañana que cansado de Madrid
tomaba las de Villadiego y desaparecí
tomé la nacional numero tres y luego
me repetí mil veces que no volvería más ...
pero no hay dicha que cien años dure y aquí estoy
haciendo un guiño a las Cibeles por si me olvidó
por Goya, malasaña y lavapies me pierdo
pero alguien dice que desde Madrid se llega al cielo,
recuerdo una mañana que cansado de Madrid
tomaba las de Villadiego y desaparecí ... DESVANECIENDO