El cantar de mi amado
Los Hermanos Narváez

Ahora cantare por mi amado el cantar,
De mi amado a su viña,
Tenía mi amado una viña,
En una ladera fertil.
Había cercado y despedregado
Y plantado de vides escogidas,
Había edificado en medio de ella,
Una torre y hecho tambien en ella un lagar.
Eperaba que diese uvas buenas,
Y uvas silvestres le dió,
Juzgad vosotros ahora, entre mi viña y yo,
¿Que más se podría hacer a mi viña,
Que yo no haya hecho en ella?
¿Cómo esperando que diese uvas buenas,
Uvas silvestres me ha dado?
Juzgad vosotros ahora, entre mi viña y yo,
¿Que más tendría que darle?
¿Que más debería hacer yo?
Os mostraré pues ahora lo que haré,
Yo con dolor a mi viña,
Su vallado le quitare,
Y será consumida.
Será hoyada y haré que quede desierta,
No será podada ni cavada,
Creceran los espinos y los cardos,
Y a las nubes mandare que no deramen lluvia.
Ciertamente la viña de Jehová,
Es la casa de Israel y los hombres de Judá,
Planta suya muy deliciosa,
Esperaba juicio y vileza se hayó,
Esperaba justicia, y he aquí clamor.
Pero ahora así dice el Señor,
Yo soy la Vid verdadera
Y mi padre es el labrador,
¿Iglesia que fruto estaremos dando,
Seran buenos y dulces o seran malos y agrios?
Meditemos la cosecha se acerca,
Santidad demanda el Señor,
Cristo viene, por sus frutos maduros,
Para el reino de Dios.
¡Espero que sea de bendición!