El Taquillero
Dalmiro Cuellar

Mestizo de sangre, brioso por correr,
es el taquillero, al atardecer.
Era muy potrillo, él lo vió correr,
"abrojito" al verlo, te nombró José.
Estribando fuerte, siempre se lo vé,
por ser el maestro del andarivel.
ESTRIBILLO:
Dicen que sos viejo, todavía corrés,
y al ponerte el freno potro te volvés.
Con el negro hormíga, íremos los dos,
regalan dulzura, sos el triunfador.
Y si un día de estos, dejás de correr,
abrojito zaino, no te olvidaré.
Veinte años pasaron, que no volverán,
junto a Carlos Díaz, galopando vás.
ESTRIBILLO.