Un rubí azul
Cristóbal Briceño

Encontré la salida de la cueva
una noche de radiante luna llena
¿qué ha pasado en este mundo loco?
¿sigue todo igual de mal o me equivoco?
¿sabes? para qué
hablemos de otra cosa que eso ya lo sé
Aquí estoy conversando con la nada
con el valle bajo mi atenta mirada
creo ver en la ladera opuesta
una lucecita que me manifiesta
una invitación
y cruzo el río a nado con resolución
un rubí azul
Me acerqué con un buen presentimiento
y mis pulsaciones iban en aumento
estilando subo la quebrada
sobre un risco hay una casa encaramada
qué visión feliz
me allego a la ventana y esto es lo que vi
Una mesa servida de delicias
vino tinto, queso, panes y hortalizas
me aburrí de llamar a la puerta
giro la manilla veo que está abierta
me entregué al festín
el hambre centenaria encontró su fin
un rubí azul
Me merezco un momento de descanso
ya he salido de las vísceras del ganso
inspecciono la pieza contigua
alguien duerme en una cama muy antigua
un frío calor
cuando vi que el durmiente también era yo
Le sacudo los hombros y se asusta
se transforma en golondrina diminuta
choca con el techo y las paredes
desespera, me contempla, me conmueve
vuelvo pronto en mí
le abro la ventana y la dejé salir
un rubí azul
No respondo al nombre de zafiro
cuando así me llaman ni siquiera miro
mineralógicamente falso
quedo libre, todo me pasa por alto
nunca sé quién soy
no sé de quién escapo, no sé adónde voy
Mira lo que hay dentro de la roca
es el fósil que quedó de mi derrota
caigo en espiral a lo profundo
nuevamente me separo de este mundo
volveré a morir
y en un lejano tiempo volveré a surgir