Un par de botas Lyrics
Sentado en su despacho, el comisario
estaba ojeando expedientes cuando el cabo se presentó trayendo al detenido,
Bueno la parte de arriba se toca a traves de toda la cancion,
son dos acordes muy simples los cuales se tocan dos veces cada uno,
la parte de abajo es otra alternativa en caso de tener dos guitarras
son los mismos acordes con una pequeña variacion y acompañado del bajo:
un mozo de treinta años a lo sumo, vestia bombacha gris,
corralera que a juzgar por lo vieja estaba dando muestra
de la miseria de su dueño.
Sin levantar la vista de los papeles, prestó oidos a la palabra
del cabo: me lo entrego el sargento!
A según dicen, este paisano vago le robó unas botas al
bolichero Vivas, comisario. Unas botas
Aha!, ladrón barato
¿Cómo te llamas? Orencio Nievas señor, ¿Trabajas?,
no señor, no hallo trabajo, estuve, estuve trabajando en la
chacra de don Barcala, pero en cuantito termino la juntada
del maíz, me echaron y, y ahora hago algunas changas y ansina vivo.
Y ¿a qué le llamas changas, andar robando?
El paisano bajó la vista al suelo.
¿A dónde tenes la botas? en el rancho. Cabo mande a
buscarlas y paselo pa adentro a este ratero que ya vamos
a ver lo que le damos.
Salió el milico tras la orden, y el comisario se quedó pensando
un par de botas, un par de botas, ni pa robar sirven estos
paisanos vagos.
No habian pasado dos horas que un milico se cuadró en la puerta
del despacho.
Permiso mi comisario, fui hasta la casa del detenido Nievas
a traer las botas que le robo a don Vivas, me las entrego,
me las entrego su mujer, las tenia puestas un hijo de ellos,
un chico de unos siete años señor, con que ¿esas son las botas?,
son muy chicas pa ensuciarse las manos y, y ¿qué decia la mujer?,
y nada comisario, hum lloraba como una magdalena y cuando me iba
a ir, me dio esta carta pa que se la entregue a usted en las
propias manos. Haber leame,
Nada más natural mujeres que piden los maridos, mujeres que
piden los maridos, lo malo es que siempre los hallan angelitos,
aunque le hagan sombra al mismo diablo. Pero esa carta era
distinta a todas, escrita en un papel de estraza, mugriento y
arrugado las palabras eran una hilera torpe de garabatos que habia
estampado la gracia y la inocencia de aquella criatura de siete años ,
ajena por completo a la desgracia que la miseria tendió sobre su rancho.
El seño del comisario se fruncia al tiempo que la iba descifrando y al
acabar de leer.
Agente!, vaya hasta la casa del detenido Nievas y devuelvale
a la mujer esas botas, digale, digale que fue un error, que
nos disculpe, después le pregunta al bolichero de parte del
comisario cuánto valen las botas, se las paga y que se olvide
el caso, espere espere espere, no se vaya a Orencio Nievas ya mismo
me lo suelta y, y que no deje de llegarse hasta aca mañana mismo
puede ser, puede ser que le haya allado algún trabajo.
Salió el milico tras la orden, y don Segundo se acomodó en la silla
pa repasar esa sucia hoja de papel que aun, aun temblaba como
un pajarito herido entre sus manos.
Señores reyes magos, señores reyes magos yo les pido que este año,
yo les pido que este año no se olviden de traerme las botitas,
yo soy bueno ya según dicen los otros chicos, ya según dicen
los otros chicos, si uno se porta bien todito el año, ustedes
no se olvidan de regalo.
Al dejar de leer el comisario, sintió como una brasa dentro del
pecho, y hecho pa afuera toda la rabia murmurando, mientras que
la miseria, mientras que la miseria haga ladrones de esta laya
yo nunca servire pa' comisario.