A Salió muy temprano un sembrador Bm Em Tirando semillas en derredor A estaba la tierra sedienta de amor Bm Em y el surco esperando el precioso don Coro: F#m C#m ¡Qué ilusión!, ¡Qué ilusión!, ¡Qué ilusión! D A Que tenía el sembrador F#m C#m El quería ver crecer la flor D E Y después el fruto madurando al sol. D A Pero el grano que cayó Bm E a la orilla del camino D A Tuvo muy triste destino Bm A un gorrión se lo comió A Otras semillas fueron a dar Bm E a las duras piedras de un pedregal A allí a la sombra pudieron brotar Bm E y éstas sí parecían que podían triunfar. Pero cuando el sol salió, esas plantas se secaron Sin raíz no soportaron, el calor de la aflicción. Más aún quedan granos en un lugar, donde hay abrojos sin arrancar allí las semillas pudieron brotar, Esta vez parece que fruto darán. Pero a poco de brotar, estas plantas se murieron. Los abrojos las cubrieron con su manto vegetal Cuando ya parecía que no había más semillas Dispuestas a germinar, unas hojas verdes Se vieron brotar, en la tierra más fértil de aquel lugar Con profunda raíz estas plantas germinaron Y con su verdor pintaron, aquel suelo cual tapiz, Como premio de color a esa tierra generosa Surgieron flores tan hermosas, Que deslumbra su esplendor Y esta bella historia no acaba aquí Lo mejor todavía lo tienes que oír Pues salieron frutos por cientos o mil, Y aquel sembrador cosechó muy feliz