Algunas veces, no hay como la soledad. Esa íntima soledad; que nos hace vivir intensamente, ¡solo!, ¡solo!, ¡solo!. La soledad, es una gran compañera, a veces llenamos tanto de soledad el pecho que podemos decir: todo este campo es mío y de nadie más. Am Am7 Dm E Am Todo este campo es mío mío, Am7 A7 Dm esta divina soledad E E7 Am arrullo de pájaros, perfume de pétalos D# E7 y un caballito blanco lejos. Am Am7 Dm E Am Todo este campo es mío mío, Am7 A7 Dm el arco iris baja E E7 Am la tarde de música, la lluvia de cantaros D# E7 A y una garcita plumarosa. D Mariposa, mariposa Em tu que libas la miel F#m de aquella flor Fm Em maravillosa. Em G Caminito, caminito A la trepadora flor A7 mi corazón D enreda. D F#m Campesina, campesina D7 en la laguna azul se ve el adiós G de las espigas. G Campesina, Em mariposa A7 Em - A7 plumarosa A7 D Em A todo este campo es mío mío. D / Em / F#m-Fm / Em Em / G / A / A7 / D D F#m Campesina, campesina D7 en la laguna azul se ve el adiós G de las espigas. G Campesina, Em mariposa A7 Em - A7 plumarosa A7 D todo este campo es mío mío