LAm REm SOL7 DO Qué hermosas son las manos del humilde labrador; LAm REm SI7 MI7 que se sumen en la tierra, que trabajan sol a sol. LAm REm SOL7 DO Qué bonitas son las manos de una novia en el altar; LAm REm SI7 MI7 y qué tristes son las manos que van en un funeral. LA#m RE#m SOL#7 DO# Diga usted, si hay más ternura que se pueda imaginar LA#m RE#m DO7 FA7 FA#7 que en las manos pequeñitas de los niños al rezar. SIm MIm LA7 RE Todo aquel que tenga madre no podrá jamás negar SIm MIm DO#7 FA#7 que las manos de una madre no se pueden comparar. SIm MIm LA7 RE Y aquel que no la tenga... que perdone mi canción, SIm MIm DO#7 FA#7 SOL7 pues quiero hablar de manos santas, las de madres ¡esas son! DOm FAm LA#7 RE# Pero hay manos que son garras, cegadas por la ambición, DOm FAm RE7 SOL7 SOL#7 que ordenan ¡a la guerra! y siembran desolación. DO#m FA#m SI7 MI Pero hay dos manos que el hombre hace tiempo ya olvidó, DO#m FA#m RE#7 SOL#7 manos que fueron golpeadas, humilladas por el odio y el rencor; manos que hicieron milagros, manos que dieron amor, miren bien... quiero que vean... DO# DO#7/SI LA FA#m DO# ¡pues son las manos de Dios!