D Em Dicen que amainó la tormenta, G D trataremos de dormir. Em En nuestros pies, yodo y vendas G D recuerdan el camino. Em Y tú quieres saber si al despertar, G D calaos hasta los huesos, Em algo habrá podido cambiar, G D y yo no quiero mentir. G D Llegando aquí, ¿qué más nos puede pasar? G D Podemos ir y preguntarle a la mar Em G D para que nos responda con rugidos, Em G D para que nos diga la verdad. D Em Y si ha salido el sol y no, no es para los dos, G D dime ¿para quién? O si hoy no sopla el viento por los dos, Em G D entonces ¿por quién? Em ¿Cómo puedo yo quererte bien G D si soy mi propio enemigo? Em ¿Y cómo recomenzar G D cuando hay tanto ayer aquí, en mí? G D Y ahora di, ¿qué más nos puede pasar? G D Podemos ir y preguntarle a la mar Em G D para que nos responda con rugidos, Em G D para que nos diga la verdad. D Em Y te podrán decir que en el amor G D ha de haber un vencido, Em que en el amor G D ha de haber un vencedor. Em Pero óyeme, yo estuve allí G D y sé que no hay más que supervivientes. Em Deja que hablen, que yo prefiero oír G D las cosas de la mar. G D Llegando aquí, ¿qué más nos puede pasar? G D Podemos ir y preguntarle a la mar. Em G D para que nos responda con rugidos Em G D y nos diga la verdad, Em G D y sobretodo para poder G Em D avanzar bajo el mismo sol ardiente G A D con los juicios que aún nos quedan por perder, G A D con el salitre adherido a nuestra piel, G A D como Jonás en las entrañas del gran pez, G A D con algas y con piedras, G A D con toda el agua que tragamos al nadar, G A con las mentiras sobre las D que tuve la osadía de jurar. G A Yo jugué a ser malo y D di de bruces con el mal. G A D Jugué a ser malo y di de bruces con el mal. G A D Que me perdone el capitán Azab, G A Em que me perdone. D Em Dicen que amainó la tormenta,