Intro (Dm C A# F Gm F C A#) x2 Dm C Hora del no; A# F niebla en la mitad; Gm F haz que amanezca, C A# fruta de la claridad. Dm C Cuida de mi casa hoy, A# F mi perro guardián; Gm Dm una fiera alrededor C A# huele mi debilidad. Dm C Cierro las ventanas viejas A# F de este caserón; Gm F clausuro las repetidas C A# puertas de un viejo dolor. Dm C Toca mi cabeza en sombras, A# F niño del alcohol; Gm Dm cuido otra inocente piel C A# de un ave que se desprendió de mí. C F No quiero ver las cartas G A# de mi suerte: F C siempre el destino G A# fue un feroz jugador; C F G A# me llevará como a todos la muerte F C G A# pero saber cuándo es mucho a su favor. Gm F Nada es mejor mañana, Gm C Dm nunca es mejor que hoy. (Dm C A# F Gm F C A#) Zarpa en la luz, bella oscuridad; nada se nos pierde aquí, todo permanece igual. Algo roza en la pared su pelaje hostil; haz el signo de la cruz, vuelve a verte revivir. Hay un modo de cubrirse al máximo la piel: tomar un pliegue del alma y darse vuelta del revés. Quítame estas viejas vendas y ponme de pie, déjame cargada un arma, hoy es domingo, no me escaparé. No quiero ver las cartas de mi suerte: siempre el destino fue un feroz jugador; me llevará como a todos la muerte pero saber cuándo es mucho a su favor. Soñaba una ciudad de la alegría y en el suburbio un clamor... El miedo muerde más que una jauría, detiene el pulso, el aliento y la voz. Nada es mejor mañana, nunca es mejor que hoy.