El regreso de las monjitas
Exterminador

¿Se re-cuerdan de a-quellas mon-jitas
que sa-lieron un día de Du-rango
que lle-vaban la "troca" cargada
a Ti-juana con un contra-bando?
Los te-citos y leche de polvo,
hoy las hijas lo andan trafi-cando.
Sor María y Sor Teresa, señores,
son de mucho valor, las plebonas:
si las madres eran decididas,
estas fueron mucho más cabronas:
por ahí dicen que en Cali, Colombia,
son las que mueven la yerba y goma.
Dice un dicho que ustedes conocen
"de tal palo se dan las astillas",
y las hijas de aquellas monjitas
se movieron para Barranquilla,
y que allá en Medellín hoy se rozan
con lo espeso de la "mantequilla".
La ver-dad es que sa-lieron pe-rronas.
No es men-tira. Lo sabe la gente.
Por ahi dicen que ya su mer-cado
lo extendieron a otros conti-nentes:
los tecitos y leche de polvo
hoy los llevan para el Medio O-riente.
Sor Te-resa era la copi-loto.
Sor Ma-ría era la que "pilo-teaba"
Las tur-binas rugían por los aires
Sin pro-blemas la nave vo-laba,
y en Taiwan resul-taron las broncas.
Lo que nunca se lo imagi-naban.
Al bajar de la nave, las monjas
se bajaron muy bien preparadas.
Las turbinas dejaron prendidas
por si acaso se necesitaba,
porque no hay que confiarse de nadie,
que en segundos la vida se acaba.
No sabían con quien se toparon:
confundidos quedaron los chinos
Enseguida tronaron pistolas
y cantaban los cuernos de chivo.
¡Les hicieron desmadre las monjas!
Hubo muertos y muchos heridos.
En a-quel tiro-teo tan ce-rrado
Sor Ma-ría y Sor Teresa esca-paron.
Es que traían cha-leco anti-balas)
y en el mismo avión se regre-saron.
¡Me da gusto pen-sar que los chinos
nada más los ojos les pe-laron!
entre la versión del videoclip que veis aquí
y la que hallaréis en Spotify y otras plataformas]