La paradoja de la muerte y el conejo
Daniel Higienico y la Quartet de Baño Band

La primera vez que la vi
fue en un pic-nic de verano,
en el pellejo de un conejo
en un árbol ahí colgado.
Mi tío Paco con un bate le pegó un trancazo,
un golpe en mitad del cogote pa echarlo en el bote muy bien desangrado.
Miré a mi tío. Miré paellas.
Miré cebollas.
Y en un espejo miré
mi cara de tontopollas.
Miré el conejo y miré la barbacoa.
Y ella vestida de sangre, con amor de madre, salió de su boca.
Me saludó y me dijo
-ven p'acá
que voy a contarte algo
que nadie quiere escuchar:
cuando pienses que está cerca tu final
recuerda que hablaste conmigo, que somos amigos pa la eternidad.
Será hija de puta.
Menudo acojone, menuda amistad.
Yo solo tenía seis años
¿qué quieres que diga? Me dejó fatal
Mi madre pensaba que yo estaba enfermo "no come de ná".
Cualquiera se come el conejo que lleva en el pecho la muerte clavá.
Me dio su amistad
y yo le dí mis sesos.
Ella me dio sus besos, su verdad
y todos sus secretos.
Y a los quince años volvimos a vernos en un hospital.
Mi primo se había matado haciendo el capullo por la nacional.
Y mientras lloraba mi tío yo también lloraba porque es lo normal.
Ella salió de una oreja, supongo que era para variar.
Me saludó y me dijo
¿Otra vez tú?
Veo que aún te conservas,
que tienes buena salud.
No te asustes, conocerme es tu virtud.
Y así cuando vengas conmigo seremos amigos y me hablas de tú.
Y la última vez que la vi
fue en casa de mi tía.
Mi tío se electrocutó
cambiando una bombilla.
Y mientras miraba el cadáver y el culo de mi prima,
ella salió de su ombligo, lo que yo te digo, ella siempre varía.
Me dijo esta es la paradoja
del conejo y de tu tío.
Te juro que no hice nada
para cambiar el destino.
Si tienes oportunidad cuéntaselo a tu hijo,
si quieres que llegue a vivir con la muerte como amiga.
Me dio su amistad
y yo le dí mis sesos.
Ella me dio sus besos, su verdad
y todos sus secretos.