D Bm Em A7 Madre de los pobres, los humildes y sencillos, D D7 G D D de los tristes y los niños que confían siempre en Dios Bm A7 D Tú, la más pobre, porque nada ambicionaste, Bm Em A7 tú, perseguida vas huyendo de Belén, D F#m A7 F#m tú, que un pesebre ofreciste al Rey del cielo, Em D Em A7 D toda tu riqueza fue tenerle sólo a Él. Tú, que en sus manos sin temor te abandonaste, tú, que aceptaste ser la esclava del Señor, vas entonando un poema de alegría: «Canta, alma mía, porque Dios me engrandeció».