D Eres alta y delgadita, A7 tu hermosura me provoca, mira qu nariz, que boca, D que cuerpo, que cinturita, A7 no la cambiaría por otra D aunque fuera más bonita. Eres vaso de cristal A7 que en el mar andas nadando, como no te puedo hablar D por eso me ando rodeando, A7 no seas ingrata mujer, D A7 D no me hagas andar penando. Del árbol se caen las hojas A7 y del sol no hay que dudar, bonitas son las muchachas D sacándolas a pasear, A7 con dinero y no con señas, D ay! que rechulo es amar. Me subí al cerro más alto A7 y a preguntarle a Cupido, que cual era la campana D con que se tocaba olvido A7 para olvidar a esa ingrata D A7 D que olvidarla no he podido. Cupido me contestó A7 no le metas corte al pino, la mujer que sea celosa D dale siempre su destino, A7 que se quede como el oso D devisando pal camino. Ya con esta me despido A7 deshojando una rosita, aquí se acaban cantando D versos de la delgadita, A7 no la cambiaría por otra D A7 D y aunque fuera más bonita.