Dm A Dm D Gm A7 Dm E7 A Dm A Dm Gm D Gm A7 Dm E7 A7 Dm ……Bb C#m Dm A7 Dm A7 Dm La boca Avellaneda, Barracas, Puente Alsina, D Gm El bajo de Belgrano y en el mismo arrabal F Fue siempre respetado el zurdo Cruz Medina, A7 Dm A7 Por ser un buen amigo, muy noble y servicial. Dm A7 Dm Fue hombre entre los hombres, fue taita entre matones, D Gm Pasó su vida breve allá en el arrabal F Donde se oyó de noche la ronda de botones A7 Dm C F y en un café del barrio solloza un bandoneón. C F Era un malevo sin trampas, sin padrinos ni agachada; A7 Dm nada de compadrada, pero de temple y acción Gm F Caseros lo vio jugarse sin achicar la parada, Bb A Dm y en el hampa está sentada su fama de gran varón. INTRO Dm A Dm Gm D Gm A7 Dm E7 A7 Dm ……Bb C#m Dm Pero una noche de esas allá en Avellaneda, guapiándole a la yuta por dentro el arrabal sonaron cuatro tiros y sobre la vereda caía Cruz Medina blandiendo su puñal. Pronto saltó la bronca, cayó la policía, y en un charco de sangre al malevo encontró, herido mortalmente, rebelde en su agonía, pero con voz de macho de esta manera habló: "No me pregunten agentes, quien fue el hombre que me ha herido, será tiempo perdido, porque no soy delator. Déjenme, no más, que muera, y de esto nadie se asombre, que el hombre para ser hombre, no debe ser batidor.